Una motivación importante a la hora de adquirir una cama articulada es la comodidad. Y cuando hablamos del verano o segundas residencias ésta se hace más evidente. Es siempre un problema el desplazar un artículo como este con el enfermo. Y alquilar siempre tiene un coste muy alto. No siempre merecerá la pena. Sobre todo si las visitas son recurrentes en el tiempo.
No hay duda que la mejor opción en estos casos es optar por la adquisición de una segunda cama articulada. En detrimento del alquiler. No es solo una cuestión económica. Es también operativa. El tiempo y el esfuerzo en alquilar y devolver la cama es a veces mucho más desmotivador que el dinero.
Además con la segunda cama articulada para el verano o cualquier fin de semana, será mucho más cómodo. Tanto para el enfermo como para su familia Y el desplazamiento a su lugar de descanso no será más una complicación. Todo será mucho más sencillo, sin intermediarios.
El enfermo además se acostumbrará a la segunda cama articulada . Mucho mejor que cualquier otra que haya de alquilar. Se sentirá más a gusto y no extrañará nada de su residencia habitual. Y además también pude suponer un ahorro considerable de costes.