En muchos hogares, conviven personas con grandes discapacidades o ancianos enfermos con muy escasa movilidad. Para este tipo de pacientes es de vital importancia contar con los accesorios fundamentales para su descanso y comodidad. En este sentido, lo habitual es que estas personas permanezcan continuamente en sus camas articuladas. Ellas facilitan la postura más adecuada y las labores de limpieza y atención al paciente. Un complemento básico de las mismas es el colchón antiescaras.
Un colchón antiescaras tiene como función prevenir la formación de úlceras tan habituales. Esto es así por estar todo el tiempo postrado en la cama. También aportan confort y comodidad al enfermo.
El hecho de estar un tiempo considerable sobre la misma postura es grave. Continuamente rozando la piel se ocasiona una presión continuada sobre las zonas óseas prominentes del cuerpo. Esto hace dificultar la circulación sanguínea y nutrición de los tejidos. Como resultado, se producen heridas que acaban derivando en ulceración y, en algunos casos, en necrosis. Las escaras aumentan la mortalidad y morbilidad de los pacientes. Así pues, prevenir su aparición es importante y es posible lograrlo mediante un colchón antiescaras.
El colchón antiescaras tiene la ventaja de que disminuye la presión que se genera en estas zonas que permanecen apoyadas. Asimismo está preparado para enfermos y personas que presentarán sudoración excesiva. Incontinencia. Problemas circulatorios. Problemas neurológicos o fracturas.