Sabemos que son muchas las ventajas de la cama articulada, que aporta sus beneficios a cualquier persona. Pero especialmente a las personas que han de permanecer encamadas, porque sufren algún tipo de dolencia.
En el caso de personas mayores o con movilidad reducida, la cama articulada previenen problemas cervicales y de espalda. Y mejoran notablemente la circulación sanguínea en las piernas y otras articulaciones del cuerpo. Además posibilita un mayor número de movimientos y posiciones sin que el cuerpo tenga apenas que moverse. También permite regular la inclinación del cuerpo, la cabeza y las piernas, aportando un máximo confort.
Hay personas enfermas o con necesidad de estar en cama durante largos periodos de tiempo. Para ellos la cama articulada facilita al máximo las labores de higiene y alimentación. Además, el poder cambiar de postura, aporta comodidad. Asimismo ayuda a mejorar patologías como reflujo gástrico y otras que se mejoran automáticamente durmiendo algo más incorporado.
Otra motivación importante a la hora de adquirir una cama articulada es la comodidad. Y cuando hablamos del verano o segundas residencias ésta se hace más evidente. Es siempre un problema el desplazar un artículo como este con el enfermo. Y alquilar siempre tiene un coste muy alto. No siempre merecerá la pena. Sobre todo si las visitas son recurrentes en el tiempo.