Sin duda alguna, una de las principales ventajas de la silla de ruedas eléctrica es la comodidad. Hay que destacar que son adaptables y se pueden transportar fácilmente en un coche. Además, se pueden personalizar con asiento y respaldo para que la posición del usuario sea la más cómoda y adecuada.
Hablando del asiento, la silla de ruedas eléctrica ofrece diferentes opciones de inclinación y reclinación. Estas dos características son fundamentales para aquellas personas que tengan una capacidad de movimientos limitada o mínima. Y les ayudan en gran medida ya que necesitan ser asistidas normalmente. Por otra parte, esta posibilidad de inclinarse y reclinarse en la silla proporciona al usuario una sensación de comodidad. Y alivio de la presión de tener que estar sentado durante largos periodos de tiempo.
La silla de ruedas eléctrica, se adapta perfectamente a cualquier tipo de terreno por el que transite, en detrimento con respecto a otro tipo de sillas. Es así, debido a la gran variedad y opciones de tipos de neumáticos y las diferentes posiciones de ruedas que existen en la actualidad. Una de las variedades más novedosas a día de hoy son las que disponen de tracción trasera.
Por otro lado, la silla de ruedas eléctrica permite al usuario una mayor accesibilidad. En este caso, pueden hacer frente a distancias más largas. Un aspecto fundamental para las personas de movilidad reducida. El esfuerzo que se requiere no tiene nada que ver con el que se ejecuta en una silla de ruedas tradicional.